Dislipidemias
Cuando hablamos de enfermedades crónicas no transmisibles, no podemos dejar de lado las dislipidemias, por el riesgo potencial que representa en las enfermedades cardiovasculares, consideradas como las principales causas de muerte en el mundo.
El perfil lipidico, está ampliamente asociado como factor de riesgo de los transtornos cardiovasculares, por lo que su identificación y control oportuno, marcara la diferencia ante un posible desenlace fatal.
Las dislipidemias o hiperlipidemias, son transtornos de los lípidos en sangre, caracterizado por un aumento de los niveles de colesterol (hipercolesterolemia) de los triglicéridos (hipertrigliceridemia) o la disminución de las concentraciones de liproteínas de alta densidad, llamado colesterol bueno.
El colesterol y los triglicéridos son componentes lípidicos normales de nuestro organismo, pero cuando se altera su valor en sangre, constituye un riesgo potencial para su salud, sobre todo el colesterol, considerado un factor de riesgo potencial para el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares, como el infarto cardiaco.
Las dislipidemia tiene una alta frecuencia en la población en general, se observan en diversas alteraciones como la diabetes mellitus tipo 2, la gota (aumento ácido urico), el alcoholismo, la insuficiencia renal crónica, el hipotiroidismo, el síndrome metabólico presente en pacientes obesos y por el uso de algunos farmacos.
El riesgo de presentar una dislipidemia por tanto, estara dado por multiples factores, donde la genetica, el estilo de vida y la edad, tambien juegan un papel determinante. La concentración de las lipoproteínas y, por lo tanto, de los lípidos, en particular del colesterol LDL (llamado colesterol malo) aumenta ligeramente a medida que la persona va envejeciendo.
El sexo masculino tiene mayor prevalencia en el incremento de los lipidos en sangre, lo cual tambien sucede en las mujeres despues de la menopausia.
El metabolismo de los lípidos puede sufrir diferentes trastornos que resultan en cambios de la función y/o de las concentraciones de lipoproteínas en sangre. Estos cambios por sí solos o en la interacción con otros factores de riesgo cardiovasculares, pueden llevar al desarrollo de la aterosclerosis ( acumulación de grasa en las arterias) una condición sumamente delicada que pone en peligro la vida de quien la presenta.
Existen diferentes formas de clasificar la dislipidemia, siendo la causa u origen de su presentación la más importante:
El diagnostico de una dislipidemia, será una tarea de su médico, pero antes de ello, es importante que usted analise los riesgos presentes, tanto de causa primaria o genetica, como por ejemplo, antecedentes familiar de muertes cardiacas, pancreatitis o una dislipidemia familiar de cualquier tipo. Además es fundamental determinar las causas secundarias descritas, como diabetes, hipertensión, obesidad, sedentarismo, habitos alimentarios inadecuados etc.
Usualmente los diagnosticos se establecen en chequeos de rutina, pues debemos mencionar que como otras enfermedades crónicas, la dislipidemia puede cursar con un cuadro asintomatico. El resultado solo establece la magnitud del problema en terminos de cifras de laboratorio, pues será el analisis integral realizado por su médico, lo que establecera el criterio de su tratamiento.
Dentro de las cifras de laboratorio estandarizado para determinar la presencia de una dislipidemia tenemos:
