Obesidad

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La obesidad se ha convertido en uno de los principales problemas de Salud a nivel mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS), revela que desde el año 1975, la obesidad se ha triplicado a nivel mundial, dando como resultado en el año 2017 más de 650 millones de obesos en el mundo

Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) estiman, que en América Latina y el Caribe, cerca de 360 millones de personas tienen sobrepeso, de ellas 140 millones son obesos. En El Salvador, el 31.8% de las mujeres en edad adulta sufren obesidad, 12% más que los hombres (19.2%).

La epidemia de sobrepeso y obesidad que vive el mundo está íntimamente relacionada con un estilo de vida inadecuado, donde el creciente consumo de comida chatarra, de alto contenido calórico, asociado a sedentarismo, estrés laboral y social, entre muchos otros determinantes, convierten a nuestra población, en candidatos idóneos para presentar sobrepeso y obesidad, de las cuales se desprenderán un sinnúmero de trastornos de salud.

¿Cómo se define la obesidad?

La obesidad es una enfermedad, originada por una gran diversidad de factores que incluyen aspectos genéticos, sedentarismo, sobrealimentación, alteraciones de apetito y saciedad, malos hábitos alimentarios, y otros diversos factores endocrinos, neurológicos, psicológicos y fisiológicos. siendo su principal causa, pero no la única, el desbalance energético entre calorías consumidas y gastadas.

La importancia central de la obesidad radica en su relación con el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles, proyectándose que para el año 2020, será la responsable del 60% de todas las muertes a nivel mundial.

¿Cómo se clasifica la obesidad?

La clasificación actual de obesidad propuesta por la OMS está basada en el Índice de Masa Corporal (IMC), el cual corresponde a la relación entre el peso expresado en kilos y el cuadrado de la altura, expresada en metros. De esta manera, las personas cuyo cálculo de IMC sea igual o superior a 30kg/m2 se considera obesa.

¿Cuáles son las causas que originan la obesidad?

Tradicionalmente se describe como causa fundamental del sobrepeso y la obesidad, al desequilibrio energético entre calorías consumidas y calorías gastadas.

Sin embargo, los conocimientos actuales sobre genética y biología molecular permiten plantear la etiopatogenia (origen) de la obesidad como un fenómeno complejo (multifactorial). Con relación a la teoría de un aumento de la ingesta mantenido en relación a un deficiente gasto energético resulta una teoría excesivamente simplista, ya que la obesidad es un trastorno muy heterogéneo en su origen, estando implicados diversidad de factores, tanto genéticos como nutricionales.

La existencia de uno o varios miembros en una misma familia con obesidad severa ha planteado la probable implicación de factores genéticos en la aparición de este cuadro a edades tempranas de la vida.

Sobre los factores nutricionales, está claro que el aumento del consumo de grasas saturadas y de carbohidratos, unido a una disminución de la ingesta de vegetales y unos bajos niveles de actividad física, son las causas más importantes en el desarrollo de este problema de salud.

En los últimos años, más allá de los factores causales clásicos relacionados con la obesidad, han aparecido aspectos hasta ahora desconocidos, o presentes en nuestra sociedad, pero cuya relación con la obesidad no parecía evidente, algunos de ellos son:

- Cronodisrupción: Tiene que ver con el control interno de los ciclos del sueño y ritmo cardiaco, por ellos estudios es el insomnio, tan común en nuestra población y que tiene una alta incidencia de aumento de peso.

- Epigenética y programación fetal: Estudios indican que la nutrición (tanto desnutrición como sobrealimentación) y la salud metabólica de la madre, incluso en el periodo preconcepcional, se asocian no solo con el desarrollo de obesidad, sino también con resistencia a la insulina, dislipemia (colesterol y triglicéridos altos)

- Enfermedad psiquiátrica: Las enfermedades psiquiátricas graves como depresión mayor, esquizofrenia y trastorno bipolar se asocian con una prevalencia de obesidad del doble respecto a la población general, alcanzando hasta 55% entre pacientes con enfermedad mental persistente.

-Estrés: Tanto estudios epidemiológicos como clínicos demuestran una asociación significativa entre eventos de estrés incontrolado y estados de estrés crónico con el aumento de peso, de grasa y del valor de IMC.

-Ambiente obesogénico: Los ambientes obesogénicos se definen como la suma de influencias que el entorno, las oportunidades y condiciones de vida ejercen sobre la promoción de la obesidad. Lo más usual es un historial de obesidad familiar, con cultura alimentaria inadecuada.

¿Cuáles son las consecuencias de la obesidad?

La obesidad está relacionada con mayor riesgo de padecer múltiples problemas de salud, incluidos hipertensión, diabetes tipo 2, dislipidemia, apnea obstructiva del sueño, esteatosis hepática no alcohólica, artropatías degenerativas y algunas neoplasias malignas (Cáncer).

La hipertensión arterial (HTA) es un 25-40% más frecuente en el obeso que en la población general, además es responsable del 44% de la carga de diabetes mellitus tipo 2 (DM2), donde la prevalencia de obesidad es del doble que en la población general.

Los datos epidemiológicos sobre obesidad en el mundo muestran sin lugar a dudas que es un problema de enorme magnitud y que presenta una tendencia acelerada de crecimiento, particularmente en poblaciones de menor edad.

Las enfermedades no transmisibles generan una carga económica y social para los países, contribuyendo así al empobrecimiento por la pérdida de la productividad de la población, lo cual afecta negativamente al desarrollo humano. La aparición temprana de enfermedades no transmisibles, afecta el nivel educativo que puede alcanzar una persona y sus resultados en lo laboral. Además, una mayor carga sobre los sistemas de salud, familia, empleadores y sociedad en general.

¿Cual es el manejo de la obesidad?

Las metas principales del tratamiento son mejorar los trastornos derivados de la obesidad y aminorar el riesgo de que surjan otros en el futuro.

Cualquier intento de iniciar cambios en el estilo de vida cuando el paciente no está listo suele ocasionar frustraciones y puede entorpecer los futuros intentos de perderpeso. En la valoración se debe tener en cuenta la motivación y el apoyo con el que cuenta el paciente, acontecimientos estresantes, estado psiquiátrico, disponibilidad y limitaciones de tiempo, así como el establecimiento de objetivos y expectativas apropiados.

El tratamiento de la obesidad siempre comienza con modificaciones del estilo de vida y puede consistir en farmacoterapia o cirugía, según la categoría de riesgo basada en IMC.

Es importante saber que no todos los pacientes con obesidad, deben recibir tratamiento, sino solo aquellos que presentan enfermedades concomitantes, por el riesgo de complicaciones. Un objetivo realista es la pérdida de peso inicial de 8 a 10%, en un lapso de seis meses.

Una alimentación saludable, chequeo médico de manera periodica, ejercicio fisico regular al menos 3 veces a la semana y el control permanente de sus enfermedades crónicas agregadas, serán la clave para el buen control de su obesidad.


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